lunes, 2 de marzo de 2009

Tips para ser tu propia wedding planner

Antes de la fiesta

* Empezar a trabajar en la organización alrededor de un año antes de la fiesta. Lo primero que se debe reservar es el salón (es el rubro con mayores problemas de oferta) y, si hay boda religiosa, la fecha en la iglesia: aunque suene increíble, por la alta demanda muchas tienen lista de espera, como si fueran una línea aérea.
* Luego se debe resolver el tema catering y bebidas, en tercer término el DJ, y finalmente todo lo demás.
* Al elegir el vestido, tener en cuenta que al tradicional blanco (pleno o con matices como el marfil y el tiza) se suman cada vez más el durazno, el dorado, el manteca, y también detalles de colores fuertes en lazos o accesorios y hasta la mezcla de texturas.
* Un alquiler a estrenar es una buena opción para gastar menos en el vestido de novia: se hace a medida y a gusto de la futura esposa, y después no hay que preocuparse por cómo ni dónde guardarlo porque se devuelve. También se pueden alquilar vestidos que hayan sido confeccionados para desfiles o producciones fotográficas.
* En cuanto a la vestimenta de las familias de los novios, es importante que padrinos y hermanos de los novios se pongan de acuerdo acerca de si usaran traje, smoking o jacket. Las madrinas no deberían compartir color.
* Los últimos ítems de los que ocuparse son las invitaciones (hay que calcular el tiempo que demande la impresión, el ensobrado y la personalización como para poder repartirlas un mes antes de la fiesta) y la compra del cotillón.
* Las participaciones son la primera impresión del casamiento, y por lo tanto anticipan qué onda tendrá. Así como hay fiestas modernas, clásicas, temáticas, vanguardistas, también hay invitaciones que reflejan cada uno de esos estilos desde el formato, la tipografía, los colores, el tipo de papel, el tamaño y los detalles (caricaturas e historietas para los más descontracturados; cuños para los más formales).
* Hay quienes prefieren las invitaciones en las que ambas familias participan, y quienes optan por los modelos en los que los propios novios son los que convocan.
* No hay que olvidarse de incluir todos los datos claves (lugar, fecha y hora de la ceremonia religiosa, lugar y hora de la fiesta, nombre de los novios o de los padrinos, y vía de contacto para RSVP, es decir teléfono y mail).
* Es preferible encargar participaciones de sobra y no arriesgarse a que a último momento haya invitados sin sus tarjetas.
* Junto con las participaciones se pueden repartir a los invitados los souvenirs de la boda. También hay quienes adjuntan el menú de la fiesta.
* En el mes previo a la boda hay que tratar de que sólo reste ocuparse de detalles o ajustes de último momento, como para no estresarse demasiado. Recordar que seguramente habrá imprevistos y conviene hacer todo lo posible para minimizar su cantidad y su importancia.
* Obviar los rubros innecesarios. Como cada vez las mujeres se casan más grandes suelen quedar pocas solteras entre las invitadas por lo que las tradicionales cintitas (que décadas atrás asomaban de la torta y luego se trasladaron a bowls con pétalos o con arroz) tienden a desaparecer. Un problema menos.
* Tener en cuenta costos ocultos -como el IVA, que no aparece en muchos presupuestos- y los impuestos de SADAIC Y ADICAPIF, que se pagan por la música durante la fiesta.
* Pueden celebrarse la ceremonia civil y la boda por iglesia el mismo día, para ahorrar gastos con una única fiesta.
* Para tener menos rubros que organizar, puede optarse por las quintas, estancias o salones que ofrecen paquetes cerrados. La desventaja es que en esos la mayoría de los casos no se pueden elegir proveedores.
* Si los amigos o familiares quieren y pueden colaborar, que lo hagan en las áreas que dominan. En otras palabras, por más buena voluntad que tenga el tío para filmar la ceremonia, si técnicamente sólo está en condiciones de trasladar la ambientación pedirle por favor que sólo haga eso.
* Negociar precios por grupo familiar para rubros como autos de alquiler, maquillaje o peinado.
* Entender que seguramente habrá invitados de edades y gustos diferentes en la fiesta. Tratar de que nadie se sienta excluído: si hay livings para los más jóvenes, prever mesas tradicionales para los mayores. Si hay muchos amigos o familiares que al día siguiente trabajan, pensar en una celebración que empiece temprano y no termine a las 9 a.m. Si hay chicos, pedirles menú acorde a la edad e imaginar cómo entretenerlos o las comodidades necesarias en caso de que asistan bebés.
* Procurar tener control sobre los homenajes o regalos de shows en vivo: que alguien cercano a los novios y dueño de cierto sentido común se ocupe de chequear el contenido, como para no arruinar la sorpresa. El alma más sensible puede tener pésimo gusto y contratar a los peores mariachis del continente.
* No sufrir si se detesta a la familia política, ¡o incluso a los propios padres!: la mesa principal bien puede estar integrada por los novios y sus hermanos, o sus amigos más queridos.
* Si la novia se va a preparar en una habitación de hotel, hay que citar a la maquilladora, el peinador y el diseñador o la modista en horarios precisos y coordinados. También se debe tener en cuenta el espacio del que se dispone en la habitación, como para que todos trabajan cómodos porque seguramente estarán por allí (ayudando o molestando) hermanas, amigas y madrinas.
* Salir con tiempo para el salón o la iglesia: rutas cortadas por la niebla, un desperfecto mecánico del remise, un inoportuno piquete, la lluvia: son muchos los factores que pueden demorar el tránsito. Es preferible llegar unos minutos antes y esperar para hacer la gran entrada y no hacer que por arrastre todo se atrase desde el comienzo de la celebración.
* Si la boda es con misa de esponsales, conviene avisar a los invitados acerca de la duración.
* Al entrar a la iglesia, recordar que -mirando hacia el altar- la novia ingresa del lado derecho, y el padrino a la izquierda. Los padrinos del novio se ubican a la derecha del altar.
* En la iglesia, tener en cuenta el sonido. En algunas no hay buena acústica y hay que probar con anticipación si el resultado es el esperado o si conviene hacer algún cambio.
* Si hay cortejo, ensayar antes de la ceremonia. El día de la boda, en lo posible, que los chicos caminen detrás de la novia: suelen ser impredecibles y si ella no ve que alguno se arrepiente y huye, mejor porque se ahorra nervios.
* La ingrata tarea de llamar dos, tres, o cuatro veces para confirmar la presencia de los invitados vale la pena: una semana antes de la boda, en general, se termina de pagar el saldo del catering, y hay que minimizar los gastos inútiles.
* Tener en cuenta la necesidad de contar con un grupo electrógeno. Y analizar si se requiere el alquiler de una carpa (los meteorólogos también se equivocan) y baños químicos, en caso de que no haya suficientes o las instalaciones no sean las adecuadas. Hay algunos baños químicos muy sofisticados y elegantes, tipo trailers, que tienen hasta mesadas y espejos. Pero siempre conviene sumar bien: a veces, el combo carpa más baños cuesta más caro que alquilar un salón.
* Si la fiesta es en una quinta o estancia, conviene prever una fumigación para alejar el peligro de una invasión de mosquitos.

3 comentarios:

  1. me compre tu libro en la feria del libro
    me encanta!

    felicitaciones :)

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  2. Hola Belu !!! Muchas gracias por tu comentario y por las felicitaciones. Espero que le saques provecho al libro !!!! Y estoy a disposicion para lo que necesites. Saludos !!!! Cristina

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  3. si, en realidad lo compre porque hice la carrera de eventos y el curso de wedding planner en COE y podia no tener tu libro, es como no podes no haber visto "experta en bodas" je.
    gracias por tu mensaje

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